Dresde es una ciudad maravillosa que cambia constantemente y le invita a seguir realizando nuevos descubrimientos. Esta ciudad tolerante y cosmopolita debe su estilo único en gran parte a sus residentes.
Descubra Dresde con los autobuses rojos de dos pisos: puede subir y bajar libremente en 22 paradas. Se incluyen visitas guiadas al Zwinger, a la Iglesia de Nuestra Señora y a la Procesión de los Príncipes. Un punto culminante: el recorrido con el vigilante nocturno al anochecer. Gracias a la excelente red de transporte público, todos los destinos son fácilmente accesibles. Los embarcaderos de los barcos de vapor están cerca, y puede alquilar bicicletas en la recepción.